La primera
Esperar es algo que he tenido que aprender con esto de los trámites para la beca. Mis martes se han vuelto los días más importantes de mi vida, y si todo sale como lo planeamos, el próximo martes estaré dándole la bienvenida a este blog; el cual será parte del conglomerado de blogs propiedad de Quack.
Muchos de mis amigos, parientes y demás se preguntaron durante el año pasado que fue lo que le había pasado al Quack emprendedor, decidido e hiperactivo; se que no apliqué al M.I.S.E. cuando tenía todas las posibilidades de ingresar, que no iba de lleno a mis entrevistas, que buscar chamba se volvió una constante en mi etapa de incertidumbre, pero que la luz al final del túnel no me dejaba aceptar nada.
He de confesar que grandes empresas me batearon feamente por ser “pequeño”, o por pedir mucho dinero; e inclusive algunas no tuvieron la decencia de decirme que ya no estaba en el proceso de reclutamiento. Inclusive una en la que se suponía yo era el “candidato favorito”, me negaban la vacante alegando carencia de conocimientos técnicos (pfff).
Mamá se estresaba y me estresaba forzándome a elevar mis niveles de ansiedad, pero al final opto por disminuir sus interrogatorios a una llamada al mes.
Durante este tiempo viví en un letargo autoinducido, hoy me siento más relajado y motivado. He de confesarles que hasta me metí a una página de bienes raíces a buscar departamento cerca de la universidad (y hasta mandé un mail para pedir información extra).
Se que se acerca una época de alta responsabilidad, pero estoy consciente de que la motivación será y es grande. Sigo sonriendo cada que escucho, veo, o leo algo que tenga que ver con la universidad.
Hoy pienso en lo mucho que voy a extrañar Habitum, sus mañanas de estrés, sus viernes de desapariciones, sus llamadas múltiples y consecutivas para saber que estábamos todos en el mismo canal; y así un sin fin de momentos de ojito-remi de coraje, risas y peleas laborales.
Muchos de mis amigos, parientes y demás se preguntaron durante el año pasado que fue lo que le había pasado al Quack emprendedor, decidido e hiperactivo; se que no apliqué al M.I.S.E. cuando tenía todas las posibilidades de ingresar, que no iba de lleno a mis entrevistas, que buscar chamba se volvió una constante en mi etapa de incertidumbre, pero que la luz al final del túnel no me dejaba aceptar nada.
He de confesar que grandes empresas me batearon feamente por ser “pequeño”, o por pedir mucho dinero; e inclusive algunas no tuvieron la decencia de decirme que ya no estaba en el proceso de reclutamiento. Inclusive una en la que se suponía yo era el “candidato favorito”, me negaban la vacante alegando carencia de conocimientos técnicos (pfff).
Mamá se estresaba y me estresaba forzándome a elevar mis niveles de ansiedad, pero al final opto por disminuir sus interrogatorios a una llamada al mes.
Durante este tiempo viví en un letargo autoinducido, hoy me siento más relajado y motivado. He de confesarles que hasta me metí a una página de bienes raíces a buscar departamento cerca de la universidad (y hasta mandé un mail para pedir información extra).
Se que se acerca una época de alta responsabilidad, pero estoy consciente de que la motivación será y es grande. Sigo sonriendo cada que escucho, veo, o leo algo que tenga que ver con la universidad.
Hoy pienso en lo mucho que voy a extrañar Habitum, sus mañanas de estrés, sus viernes de desapariciones, sus llamadas múltiples y consecutivas para saber que estábamos todos en el mismo canal; y así un sin fin de momentos de ojito-remi de coraje, risas y peleas laborales.
1 Comments:
fatima a entrado a la blogosfera hahaha!
Post a Comment
<< Home